sábado, 29 de septiembre de 2012


Hoy …

Hoy sólo puedo ofrecerte mis ganas de reír a carcajadas
y de luchar con frenesí  sin histrionismos,
convencida por mejorar el día a día
rectificando  la locura insensata;
dejar libre la borrachera de querer y ser amada.

No poseo nada material que regalarte.
Sin embargo, una intensa emoción,
un derroche de energía,
vida y juegos
están a la espera de que tú los abras.
 Sólo entonces nos enredaremos.

Hoy te entrego cantidades incontables
de miradas calladas 
cuando te escucho y te observo.
 Al hacerlo,
 una sangre diferente recorre cada partícula de mi cuerpo.

Hoy el guerrero del coraje me acompaña
para afrontar caminos pedregosos
y el empuje me ha confesado que beberé de su aliento.
Aunque paseemos por opuestos cruces y andares,
aunque tu canción sea revoltosa como el flamenco
y la mía no se escuche y cante en silencio.

Hoy agradezco irracionalmente al universo
la oportunidad del reencuentro,
de medirnos y echarnos un vistazo
y de tocar con timidez cientos de dudas
y otros tantos de miedos.
De mirarnos a la cara y contarnos sorpresas y aventuras,
y unos pocos, muy pocos secretos.

Hoy deseo, si la vida me da la oportunidad,
que confluyamos juntos en un punto,
que hallemos emociones compartidas
sin esquinas conflictivas,
sin guerras absurdas de posesión o con recelo.

Hoy quiero compartir mis deseos,
mis más desordenadas exaltaciones
y mis locuras osadas contigo.
Y si no fuese así... ¡Créetelo!
Aún lejos de mí,
siempre, aunque el siempre no exista,
siempre estarás conmigo.
Martina Villar

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